Granada, España
Las cualificaciones o competencias de los trabajadores cambian a medida que cambian las profesiones y las industrias y las necesidades empresariales. Por ello la educación y la formación profesional de calidad desempeñan un papel fundamental para capacitar adecuadamente a las personas y para adecuar dichas capacidades a las exigencias socioeconómicas, de forma que se mantenga o mejore su empleabilidad. En ese sentido, la educación y la formación profesional constituyen un factor de empleabilidad y, por consiguiente, un factor esencial para abordar los desafíos socioeconómicos y prosperar en sus vidas personales y profesionales. La educación y la formación profesional prepara a los jóvenes para que se incorporen con éxito a la vida laboral; ayuda a las personas con empleo a mejorar continuamente sus capacidades y les permite adaptarse a las demandas cambiantes del mundo laboral o gestionar cambios en el trabajo; y ayuda a las personas desempleadas a adquirir las capacidades que necesitan para reincorporarse al mercado laboral. De aquí a 2050, en todas las economías de la OCDE la mayoría de los empleos cambiarán significativamente como resultado de la digitalización, la transición energética y las transformaciones sociales y culturales y, como consecuencia, cada vez será mayor la obsolescencia de las competencias adquiridas inicialmente, lo que unido al alargamiento de la vida laboral hará necesario una permanente actualización y reciclaje profesional (upskilling y reskilling, tanto de las personas desempleadas como empleadas).
Workers’ skills or competences change as occupations and industries and business needs change. Quality education and vocational training therefore play a key role in equipping people with the right skills and in matching these skills to socio-economic requirements, so that their employability is maintained or improved. n this sense, vocational education and training is an employability factor and thus an essential factor in addressing socio-economic challenges and thriving in their personal and professional lives. Vocational education and training prepares young people for a successful entry into working life; it helps people in employment to continuously improve their skills and enables them to adapt to the changing demands of the world of work or to manage changes at work; and it helps unemployed people to acquire the skills they need to re-enter the labour market. By 2050, most jobs in all OECD economies will change significantly as a result of digitalisation, the energy transition and social and cultural transformations and, as a consequence, there will be increasing obsolescence of initially acquired skills, which, together with longer working lives, will require continuous upskilling and reskilling of both unemployed and employed people.