Santiago, Chile
En América Latina la salud de las personas depende fuertemente dela acción gubernamental. La crisis económica que afectó a las economías de la región durante la década de los 80 redujo los presupuestos del sector salud. Este deterioro económico, sin embargo, no afectó el nivel de salud de estos países en lo que son sus indicadores de largo plazo: mortalidad infantil, esperanza de vida al nacer y mortalidad general. Con todo, sostiene el autor, los avances en estos indicadores ocultan importantes disparidades al interior de los distintos países, entre regiones, zonas geográficas, divisiones de salud y grupos socioeconómicos. Estas disparidades dejan, entonces, un amplio margen para mejoras futuras en el campo de la salud en Latinoamérica. En gran medida, estas mejoras sólo serán posibles con una mayor eficiencia, maximización de la capacidad gerencial y mayor participación del sector privado en esta área. Específicamente, ello significa promover, entre otras medidas, sistemas de recuperación de costos, mecanismos de seguro, instituciones des-centralizadas de salud, acción gubernamental orientada a la atención preventiva y sistemas de derivación que actúen como coordinadores entre las distintas instituciones de salud.