La política de competencia es un instrumento fundamental con el que cuenta la Unión Europea para lograr el correcto funcionamiento de su mercado único. Si bien el establecimiento de las normas de competencia necesarias para el funcionamiento del mercado interior es una competencia exclusiva de la UE, los Estados miembros cuentan con autoridades nacionales de competencia que apoyan y se coordinan con la Comisión Europea para la aplicación de dichas normas. En España, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) es la encargada de velar por el correcto cumplimiento de la normativa comunitaria y nacional de competencia y, dentro de la misma, la Dirección de Competencia realiza diversas funciones entre las que se encuentran, entre otras, la instrucción de expedientes, investigación, estudio y preparación de informes en materia de procedimiento de defensa de la competencia, de conductas restrictivas de la competencia y de control de concentraciones.