Ana María Álvarez García
Desde la constitución del mercado interior en el año 1993, la Unión Europea ha reforzado los procedimientos para mejorar la aplicación del principio de reconocimiento mutuo, esencial para garantizar la libre circulación de mercancías en el mercado interior. A pesar de su importancia, este principio está condicionado en su utilización y, recientemente, se ha confirmado que no se aplica a los productos procedentes de terceros países que se controlan en frontera.