Santander, España
El efecto de borrado de las fronteras entre el tiempo de trabajo y descanso debido a la conectividad permanente que el uso de las nuevas tecnologías ha propiciado, ha aumentado el riesgo de las personas trabajadoras de padecer estrés y tecnoestrés. En la misma línea, la exigencia de un continuo aprendizaje y esfuerzo de adaptación conlleva que los trabajadores sientan que tienen un menor control de su trabajo y se sientan desbordados por adquirir las nuevas competencias requeridas. Algunas empresas incluso están monitorizando el rendimiento de los trabajadores y su estado de ánimo. En este escenario, los representantes de los trabajadores emergen como los principales garantes de salvaguardar la dignidad y la privacidad de los trabajadores frente al creciente empleo de tecnologías opacas. De ahí que se abogue por el reconocimiento formal de un derecho no solo de información sino de consulta y negociación ante la introducción de sistemas de IA en el centro de trabajo. En base a lo expuesto, se tratará de presentar una visión comparada de la normativa italiana y el nuevo marco europeo, con especial referencia al Reglamento europeo de Inteligencia Artificial
The blurring of the boundaries between work and rest time due to the permanent connectivity that the use of new technologies has brought about has increased the risk of workers suffering from stress and technostress. In the same vein, the demand for continuous learning and adaptation efforts means that workers feel that they have less control over their work and feel overwhelmed in acquiring the new skills required. Some companies are even monitoring workers’ performance and mood. In this scenario, workers’ representatives emerge as the main guarantors of safeguarding workers’ dignity and privacy in the face of the growing use of opaque technologies.
Hence, the formal recognition of a right not only to information but also to consultation and negotiation before the introduction of AI systems in the workplace is advocated. Based on the above, we will try to present a comparative view of the Italian regulations and the new European framework, with special reference to the Artificial Intelligence (AI) Act.