Los flujos internacionales de capital son inherentemente inestables y portadores de incertidumbre. En América Latina las crisis estuvieron históricamente asociadas al sector externo, así como los límites al desarrollo también estuvieron determinados, en gran medida, por la restricción externa. La transformación de las economías en desarrollo, particularmente de América del Sur, provocada por la reversión de los flujos de capital internacional posterior a 2008 y la posterior expansión de sus sectores financieros ha implicado un resurgimiento de la popularidad de un enfoque neo-dependentista, centrado en el concepto de subordinación financiera. . Si bien es convincente en los planos teórico y analítico, la dimensión de economía política de tal enfoque ha revelado algunas implicaciones controvertidas. Al enfatizar el papel de las restricciones externas sobre las economías en desarrollo, el papel fundamental de la subordinación financiera limita implícitamente, como mínimo, si no elimina directamente, el espacio para posibles reformas a nivel regional, subregional y nacional para mitigar o reducir los efectos de la incertidumbre asociada a los flujos internacionales de capital. En otras palabras, si los problemas económicos de los países en desarrollo dependen de la acción de las instituciones internacionales o de las economías avanzadas, los fracasos político-económicos de los gobiernos regionales pasan a un segundo plano o se vuelven implícitamente justificados. Sin embargo, basándose en la historia del pensamiento económico, es posible sostener que tales problemas caracterizaron también a los economistas estructuralistas, en particular a Raúl Prebisch. Una reevaluación cuidadosa del último libro publicado (autocrítico) de Prebisch aún puede proporcionar una solución consistente a los problemas actuales.
A transformação das economias em desenvolvimento, especialmente da América do Sul, desencadeada pela inversão pós-2008 dos fluxos internacionais de capitais e pela subsequente expansão dos seus sectores financeiros implicou um ressurgimento da popularidade daquilo que poderíamos chamar de uma abordagem neo-dependentista, centrada no conceito de subordinação financeira. Esta abordagem, embora convincente nos planos teórico e analítico, revelou algumas implicações controversas. Ao enfatizar o papel das restrições externas nas economias em desenvolvimento, o papel central da subordinação financeira limita implicitamente o espaço para possíveis reformas a nível regional, sub-regional e nacional para mitigar os efeitos da incerteza associada aos fluxos internacionais de capitais. Com base na história do pensamento económico, consideramos as numerosas analogias entre a abordagem da subordinação financeira e o Estruturalismo Latino-Americano e Raul Prebisch, particularmente no campo da economia política. Uma reavaliação cuidadosa do último livro (autocrítico) de Prebisch pode fornecer insights interessantes sobre os problemas atuais.
The transformation of developing economies, particularly South American, triggered by the post-2008 reversal of international capital flows and the subsequent expansion of their financial sectors has implied a resurgence in the popularity of what we might call a neo-dependentist approach, focusing on the concept of financial subordination. This approach, while convincing on the theoretical and analytical planes, has revealed some controversial implications. By emphasising the role of external constraints on developing economies, the pivotal role of financial subordination implicitly limits the space for possible reforms at regional, subregional, and national levels to mitigate the effects of the uncertainty associated with international capital flows. Drawing from the history of economic thought, we consider the numerous analogies between the financial subordination approach and Latin American Structuralism and Raul Prebisch, particularly in the field of political economy. A careful reappraisal of Prebisch’s (self-critical) last book can provide interesting insights into the current problems.