El editorial que llega hoy a sus manos no es desde luego ni el que estaba previsto ni el que hubiéramos querido redactar jamás. Nuestro país se ha visto golpeado por una de las mayores catástrofes naturales del último siglo. En un momento en el que nos preocupa esencialmente la dramática situación de las personas, la satisfacción urgente de sus necesidades y el diseño de las políticas públicas que deberán contribuir a la reconstrucción queda, sin embargo, un espacio para las lecciones aprendidas en materia protección de datos.