La Sentencia del Tribunal Supremo 1302/2024, de 21 de noviembre, afirma que el artículo 28.2 del Estatuto de los Trabajadores (ET) no impone a las empresas la obligación de incluir datos que permitan identificar la retribución individualizada de una persona trabajadora. Esta interpretación contradice la de la Sentencia de la Audiencia Nacional 69/2023, que casa y anula. Su consecuencia directa es impedir a los sindicatos interesados acceder a través del registro retributivo a ciertos valores individualizados en puestos con una sola persona (mujer u hombre) o con dos personas (una mujer y un hombre, o dos mujeres, o dos hombres). Los fundamentos jurídicos de la decisión son cuatro: primero, el artículo 28.2 del ET y el artículo 5 del Real Decreto 902/2020, así como otros concordantes, se refieren en todo momento a «valores medios», en ningún momento aluden a «valores individualizados»; segundo, la Directiva 2023/970 también está llena de referencias a niveles retributivos «medios» y, cuando contempla la posibilidad de que la representación de las personas trabajadoras tenga acceso a la retribución de una persona trabajadora identificable, exige garantías específicas para evitar su divulgación; tercero, como el artículo 28.2 del ET no establece la obligación examinada, nuestro ordenamiento jurídico carece de la norma con rango de ley que exige el artículo 8.1 de la Ley orgánica (LO) 3/2018; y cuarto, derivado de lo anterior, el artículo 28.2 del ET no establece las garantías específicas para evitar la divulgación de los valores retributivos individualizados, ni las medidas de seguridad previstas en el artículo 8.1 de la LO 3/2018. La resolución no cierra la puerta completamente a que, cuando esta información sea relevante y pertinente para revelar desigualdades retributivas entre mujeres y hombres, la representación de las personas trabajadoras pueda justificar su acceso a estos valores. La sentencia obvia completamente la seguridad que proporciona el deber de sigilo que debe cumplir la representación de las personas trabajadoras (art. 65 ET) y la comisión negociadora del plan de igualdad (art. 5.8 RD 901/2020).
The Supreme Court Ruling 1302/2024, of November 21, states that article 28.2 of Workers' Statute does not impose the obligation on companies to include data that allows identifying the individualized remuneration of a worker. This interpretation contradicts that of Ruling of the Audiencia Nacional 69/2023, which annuls. Its direct consequence is to prevent interested unions from accessing certain individualized values in positions with a single person (woman or man) or with two people (a woman and a man, or two women, or two men) through the remuneration registry. The main considerations of the decision are four: first, article 28.2 of Workers' Statute and article 5 of Royal Decree 902/2020, as well as other concordant ones, refer at all times to "average values", at no time do they refer to "individualized values"; second, Directive 2023/970 is also full of references to "average" remuneration levels and, when it contemplates the possibility of the representation of workers having access to the remuneration of an identifiable worker, it requires specific guarantees to avoid its disclosure; third, as article 28.2 of Workers' Statute does not establish the obligation examined, our legal system lacks the norm with the status of law required by article 8.1 of Organic Law 3/2018; and fourth, derived from the above, article 28.2 of Workers' Statute does not establish the specific guarantees to avoid the disclosure of individualized remuneration values, nor the security measures provided for in article 8.1 of Organic Law 3/2018. The judgment completely ignores the security provided by the duty of secrecy that must be fulfilled by the representation of workers (art. 65 Workers' Statute) and the negotiating commission of the equality plan (art. 5.8 Royal Decree 901/2020).