Tras el restablecimiento de la democracia en Chile, los autores intentan dilucidar si existe alguna continuidad entre los resultados de las últimas elecciones y los antiguos patrones de preferencias del electorado. Con esta finalidad se comparan los votos obtenidos recientemente por cada partido y tendencia política con las votaciones del pasado y se correlacionan los resultados de las elecciones de 1969, 1970 y1973 con los del plebiscito de 1988 y la elección presidencial y parlamentaria de 1989. El análisis revela una gran consistencia en las preferencias electorales de la población, de modo que el país aún se presenta dividido en tres tercios: derecha, centro e izquierda. Así y todo, se advierte, ha habido algunos cambios. Han surgido nuevas denominaciones partidarias y el sistema de partidos es, hoy por hoy, bastante más centrípeto que en el pasado, dado el alto grado de coincidencia que manifiestan las principales fuerzas políticas respecto de la validez de la democracia y ciertas orientaciones socioeconómicas básicas. En consecuencia, concluyen los autores, la interrogante que se plantea ahora es si tales cambios perdurarán o no en las contiendas electorales a celebrarse en los próximos años.