Santiago, Chile
Tras haber llevado a efecto, mediante una liberalización comercial de carácter unilateral, una fructífera profundización de sus relaciones económicas internacionales, Chile está empeñado actualmente en una campaña de firma de acuerdos bilaterales de libre comercio en el continente americano. En el presente estudio se plantea que si bien los beneficios de dichos acuerdos parecen estar ligados a la ampliación de mercados, así como a una deseada mayor estabilidad en las reglas del juego comerciales y a un mayor peso político en las negociaciones multilaterales, existen sin embargo costos relacionados con la desviación de comercio resultante, con las condiciones macroeconómicas alteradas de socios potenciales y con el riesgo de frenar la requerida mayor liberalización multilateral. El balance, por tanto, es ciertamente ambiguo. Es más, la tendencia regionalizadora, fruto de la estrategia bilateral de globalización comercial, podría traducirse también en un enclaustramiento dentro de "bloques". Estos últimos, se advierte, podrían no sólo frenar la liberalización comercial, sino también volverse ellos mismos más proteccionistas como consecuencia de una guerra arancelaria que resultaría en una disminución del bienestar mundial y, en particular, de Chile