Cristián Warnken
En este artículo se señala el rasgo definitorio de la olvidada Generación del 38: transformar la realidad mediante la palabra. Dentro de ese multifacético grupo de escritores, Eduardo Anguita aparece como uno de los que llevaron más lejos ese intento, primero a través de su "Manifiesto David" y luego en veinticinco años de creación literaria(poesía y ensayo). Su poesía "cognoscitiva" se propuso lo que pocos poetas de la vanguardia hispanoamericana habían hecho: dar respuesta(muchas veces práctica) a las grandes interrogantes metafísicas y particularmente a un problema esencial: el del tiempo. Eduardo Anguita, se sostiene en estas páginas, fue así más lejos que Rimbaud en su intento de hacer una poesía "funcionaria" a la verdad y la vida.