Madrid, España
Socialmente, la IA suscita preocupaciones sobre la privacidad de las partes en conflicto, así como interrogantes sobre la transparencia, precisión y confiabilidad de los algoritmos utilizados en los procesos judiciales. El objetivo de este artículo es examinar los avances de la IA y sus repercusiones en los derechos humanos desde las perspectivas social y jurídica, proporcionando elementos para abordar los eventuales retos del aumento del uso de sus diferentes aplicaciones. Partiendo de sus inmensas posibilidades se sostiene que las tales aplicaciones de IA pueden ayudar a la sociedad, pero llamando la atención de las diferentes cuestiones jurídicas y la complejidad asociada derivadas en la profesión legal, analizando sus ventajas, riesgos y futuras perspectivas profesionales. Se anticipa un cambio en las tareas profesionales, donde las actividades repetitivas serán menos valoradas, mientras que la consultoría y el asesoramiento jurídico adquirirán mayor importancia, exigiendo de los conocimientos técnico–jurídicos adaptados al desarrollo tecnológico. En términos de ética profesional, los operadores jurídicos deben entender las capacidades y riesgos de la IA, teniendo en cuenta que las actuales normas deontológicas ser actualizadas para abordar sus particularidades.
Socially, AI raises concerns about the privacy of conflicting parties, as well as questions about the transparency, accuracy and reliability of algorithms used in judicial processes. The aim of this article is to examine AI developments and their impact on human rights from social and legal perspectives, providing elements to address the eventual challenges of the increased use of its different applications. Starting from its immense possibilities it is argued that such AI applications can help society but drawing attention to the different legal issues and the associated complexity derived in the legal profession, analysing their advantages, risks, and future professional perspectives. A change in professional tasks is anticipated, where repetitive activities will be less valued, while consultancy and legal advice will become more important, requiring technical-legal knowledge adapted to technological development. In terms of professional ethics, legal operators must understand the capabilities and risks of AI, bearing in mind that current ethical rules must be updated to address its particularities.