Valencia, España
Este artículo aborda el impacto de la inteligencia artificial (IA) en los derechos humanos desde una perspectiva constitucional, centrándose en la vulnerabilidad de ciertos grupos frente a los avances tecnológicos. Tras una introducción que contextualiza la relevancia del tema, se examinan los derechos humanos en el contexto tecnológico, con especial énfasis en la vulnerabilidad de ciertos grupos. Se realiza una evaluación de las áreas de protección especial para estas personas en relación con el empleo de la IA, y se discute la discriminación derivada de los sesgos algorítmicos. Las conclusiones destacan la necesidad de que la investigación jurídica en el campo de la IA se centre en garantizar que el avance tecnológico no menoscabe los derechos humanos adquiridos a lo largo del tiempo. Se enfatiza la importancia de proteger a los grupos vulnerables, cuyo desarrollo vital puede ser afectado de manera desproporcionada por el impacto de la IA. Se identifican áreas donde el avance de la IA puede generar efectos adversos en los derechos de los ciudadanos, subrayando la importancia de adaptar este progreso tecnológico a la protección de los derechos humanos. Igualmente se destaca el riesgo de sesgos algorítmicos en la tramitación de datos personales, resaltando la necesidad de proteger la privacidad y los datos de los individuos como elementos fundamentales para garantizar una IA respetuosa con los derechos humanos. Se concluye que solo una IA que respete estos derechos podrá contribuir a una sociedad más avanzada y justa, fundamentada en principios democráticos.
This article addresses the impact of artificial intelligence (AI) on human rights from a constitutional perspective, focusing on the vulnerability of certain groups in the face of technological advances. After an introduction contextualising the relevance of the topic, human rights in the technological context are examined, with a particular focus on the vulnerability of certain groups. An assessment is made of the areas of special protection for these people in relation to the use of AI, and discrimination arising from algorithmic biases is discussed. The conclusions highlight the need for legal research in the field of AI to focus on ensuring that technological progress does not undermine human rights acquired over time. The importance of protecting vulnerable groups, whose vital development may be disproportionately affected by the impact of AI, is emphasised. It identifies areas where the advancement of AI may generate adverse effects on citizens’ rights, underlining the importance of adapting this technological progress to the protection of human rights. It also highlights the risk of algorithmic biases in the processing of personal data, highlighting the need to protect the privacy and data of individuals as fundamental elements to ensure an AI that respects human rights. It concludes that only an AI that respects these rights can contribute to a more advanced and just society, based on democratic principles.