Los empleados felices tienden a trabajar más y de forma más eficiente, así como a contar con mejores habilidades sociales. Por eso, los expertos entrevistados en este reportaje coinciden en que es oportuno aplicar el humor en el día a día de la empresa. Para ello, los líderes deben crear un clima adecuado, en el que reine la confianza y la escucha; ser conscientes de que existen límites, que se basan en el sentido común y que nunca deben poder ser interpretados como sarcasmo u ofensa; y aplicarlo no solo en momentos distendidos, sino también como herramienta para abordar con menor dramatismo problemas cotidianos.