Francia ha ido abandonando la planificación rápida y clásica por otra versión más flexi-ble, descentralizada territorialmente y con amplia remisión al derecho privado. Se va lle-gando así a una fórmula que concilia, a través del Derecho, la intervención estatal, orientadora y estimulante del desarrollo, con la iniciativa particular en actividades socia-les y económicas.