Santiago, Chile
El autor hace un análisis de las elecciones presidenciales y parlamentarias realizadas el 11 de diciembre de 1993 a la luz de ciertas claves centrales del proceso político chileno. Establece tres marcos de referencia para interpretar los resultados electorales: un marco global, que consiste en la instalación y despliegue del proceso político en la esfera de legitimidad democrática; y, enseguida, los designios estratégicos y tácticos con que los actores y movimientos políticos han animado y dotado de coherencia y articulación a sus acciones, cara al largo plazo y al acto electoral mismo.
El autor sostiene que la legitimidad democrática se identifica con el consenso,alcanzado durante la transición,entorno a los principios e instituciones básicas de la democracia representativa y la economía de mercado. Ese gran marco de referencia delimita el espacio político y sirve de criterio último para legitimar programas,propuestas,liderazgos y conductas políticas. Los resultados electorales expresan, en grandes líneas, esa delimitación y la distribución del poder operada a través de las elecciones.
El análisis se extiende a los resultados de las estrategias y tácticas de los partidos, grupos y agentes políticos y su influjo en las votaciones.
Ellas explican, según el autor, porqué se han generado cambios en los equilibrios de fuerzas al interior de las dos coaliciones mayoritarias, la Concertación de Partidos por la Democracia y la Unión para el Progreso de Chile.