A partir de una reseña del programa económico aplicado en Chile durante la segunda mitad de los años ochenta, el presente estudio analiza los resultados y efectos, tanto políticos como económicos,de la política de privatizaciones que se llevó a cabo en el curso de ese período. Se concluye aquí que el traspaso de propiedad estatal al sector privado ayudó en forma decisiva a que la economía se recuperase de la crisis sufrida durante los primeros años de los 80. Su aporte directo —se señala— consistió en aumentar tanto la eficiencia de las empresas privatizadas como la inversión y el empleo. A su vez, indirectamente, habría colaborado a generar expectativas favorables para el crecimiento de la economía.
En lo que toca a las repercusiones políticas, se afirma que el proceso de privatizaciones ayudó a validar la estrategia de desarrollo basada en el libre mercado al reducir el tamaño del Estado empresario y permitir, al mismo tiempo, que una cantidad considerable de personas tuviesen la posibilidad real de transformarse en propietarios de importantes compañías. Sin embargo, se señala finalmente, las empresas estatales siguen constituyendo hoy un sector significativo de la economía (cerca del 14% del PGB). Y esta situación, a juicio del autor, ofrece una gran oportunidad, ya que las privatizaciones emprendidas en el período analizado muestran que ellas son un poderoso instrumento para impulsar el desarrollo.