Iván Suazo Galdames, Ximena de Toro Consuagra
En el contexto de la crisis ambiental actual, los desafíos sociales y la escasez de recursos destacan como cuestiones preeminentes. Estos desafíos son abordados por la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que han revitalizado el interés en la ciencia, tecnología e innovación como catalizadores para las transformaciones profundas requeridas. Sin embargo, enfrentar estos problemas no solo demanda avances en estas áreas, sino también esfuerzos colaborativos entre diversos actores sociales para crear planes de acción que promuevan trayectorias de desarrollo alternativas hacia una mayor sostenibilidad. Entre estos actores, las instituciones de educación superior (IES) juegan un papel fundamental como creadores de conocimiento y agentes significativos de innovación social y tecnológica que contribuyen al progreso social. Por ende, fortalecer las acciones de compromiso comunitario para promover las ciencias, especialmente en la educación STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), es imperativo y desempeña un rol vital en la consecución de los ODS. La importancia de estas disciplinas reside en el consenso generalizado de que las soluciones a los desafíos globales actuales requieren una nueva fuerza laboral científica multidisciplinaria. Este enfoque facilita la mejora de la alfabetización científica, definida como la capacidad para pensar críticamente y evaluar conceptos científicos, esencial para que los individuos tomen decisiones informadas y participen activamente en la resolución de problemas ambientales, incluido el cambio climático. Este artículo explora analiza las características de la vinculación Universidad-Escuela para la promoción de las ciencias, mostrando a las universidades como espacios de convergencia entre actores diversos y sistemas de conocimiento, avanzando más allá de las visiones reduccionistas que ven a las universidades únicamente como desarrolladores lineales de conocimiento hacia una visión más interactiva y colaborativa
In the context of the current environmental crisis, social challenges and resource scarcity stand out as prominent issues. These challenges are addressed by the 2030 Agenda and the Sustainable Development Goals (SDGs), which have revitalized interest in science, technology, and innovation as catalysts for the profound transformations required. However, tackling these issues not only demands advancements in these areas but also collaborative efforts among diverse social actors to create action plans that promote alternative development pathways towards greater sustainability. Among these actors, higher education institutions (HEIs) play a crucial role as creators of knowledge and significant agents of social and technological innovation contributing to social progress. Therefore, strengthening community engagement actions to promote the sciences, especially in STEM (Science, Technology, Engineering, and Mathematics) education, is imperative and plays a vital role in achieving the SDGs. The importance of these disciplines lies in the widespread consensus that solutions to current global challenges require a new, multidisciplinary scientific workforce. This approach facilitates the improvement of scientific literacy, defined as the ability to think critically and evaluate scientific concepts, essential for individuals to make informed decisions and actively engage in addressing environmental problems, including climate change. This article explores the characteristics of University-School partnerships for promoting the sciences, showcasing universities as spaces of convergence between diverse actors and knowledge systems, moving beyond reductionist views that see universities solely as linear developers of knowledge towards a more interactive and collaborative vision.