¿Cuáles son las condiciones sociales e históricas que hacen posible la sobreexplotación de la fuerza de trabajo de estas mujeres y hombres que cruzan las fronteras para vender sus manos, sus cuerpos? En otras palabras, ¿cómo se constituye históricamente la mano de obra migrante como fuerza de trabajo específica? Para responder a estas preguntas, el artículo examina cómo los sucesivos estatus de subordinación conferidos a los migrantes se convierten en el principal resorte de una mayor explotación laboral dentro de los diferentes segmentos del mercado de trabajo. En una época de capitalismo globalizado y de internacionalización de las cadenas de valor, la mano de obra migrante se despliega, por tanto, al menos de dos maneras distintas: o bien a través del enfrentamiento de los derechos laborales y los sistemas de protección social, o bien a través de la denegación del derecho de residencia y, por tanto, de la plena inclusión en el derecho común. En el primer caso, encontramos el trabajo desplazado en Europa y, más ampliamente, toda la gama de prácticas de gestión laboral denominadas «off-shore» en un marco desterritorializado en el que los derechos nacionales pueden eludirse legalmente. En el segundo caso, es la figura del inmigrante indocumentado la que aparece como emblemática de la exclusión del derecho común como trampolín para la sobre explotación.
What are the social and historical conditions that make possible the overexploitation of the labor force of these women and men who cross borders to sell their hands, their bodies? In other words, how is migrant labor historically constituted as a specific labor force? To answer these questions, the article examines how the successive statuses of subordination conferred on migrants become the main spring of greater labor exploitation within the different segments of the labor market. In an era of globalized capitalism and internationalization of value chains, migrant labor is therefore deployed in at least two different ways: either through the confrontation of labor rights and social protection systems, or through the denial of the right of residence and, therefore, of full inclusion in common law. In the first case, we find displaced labour in Europe and, more broadly, the whole range of so-called "off-shore" labour management practices in a deterritorialized framework in which national rights can be legally circumvented. In the second case, it is the figure of the undocumented immigrant that appears emblematic of exclusion from common law as a springboard for overexploitation.