Jesús Ángel Morales Berges, Javier Restoy
El Banco de España anunciaba recientemente una importante modificación del colchón de capital anticíclico (CCA, o CCB por sus siglas en ingles), en un proceso de convergencia con estándares supervisores europeos, y siguiendo la recomendación de la Junta Europea de Riesgo Sistémico (JERS, o ESRB por sus siglas en inglés), institución encargada de emitir las pautas de supervisión macroprudencial en la eurozona. Bajo la medida de incrementar el colchón exigido, desde el 0 % actual hasta un 1 % en dos etapas (una primera exigible a finales de 2025 y otra a finales de 2026), el nuevo colchón incorpora una modificación mucho más relevante, la de establecer en ese 1 % el nivel “neutral”, desde el cual se puede incrementar, pero también liberar, cuando una situación de crisis así lo requiera. En todo caso, esa modificación del CCA es solo un primer paso en un proceso de revisión global de los colchones de capital, en una doble dimensión micro y macroprudencial, que ayude a una mayor resiliencia de los sistemas bancarios.