Las redes sociales generan mucho ruido como difusoras de mensajes a gran escala, permitiendo que individuos que estaban al margen del sistema político filien con ideas extremas, a lo que se suman aquellos que se sienten defraudados por el sistema y no ven posible ascender socialmente. Sin embargo, en países como el nuestro aumentan las políticas sociales, pero pareciera no importarle a nadie, o mejor dicho da la sensación que el mensaje no cala. No llega. Lo cual no es de extrañar, si entendemos todo como una suerte de posverdad, populismo y polarización.