La democracia en la Unión Europea enfrenta en los últimos años retos derivados del auge del extremismo, la injerencia electoral, la difusión de información manipuladora y las amenazas contra periodistas. Los ciudadanos deben poder tomar decisiones electorales en un espacio público donde los diferentes puntos de vista puedan expresarse libremente. Los medios de comunicación libres, el mundo académico y la sociedad civil deben poder desempeñar su papel a la hora de fomentar un debate abierto y libre de injerencias, ya sean extranjeras o nacionales.