En 2019, los sistemas alimentarios globales generaron 17 mil millones de toneladas métricas de CO₂ equivalente, lo que representa el 31% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero de origen humano, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Las prácticas agrícolas por sí solas contribuyen entre un 10 y un 14% de las emisiones totales, principalmente de dióxido de carbono (CO₂), metano (CH₄) y óxidos de nitrógeno (N₂O). La mitigación de las emisiones agrícolas es esencial para abordar el cambio climático. Este documento explora el papel crucial de los cultivos de leguminosas en la reducción de las emisiones agrícolas. A través de la fijación biológica de nitrógeno (FBN), las leguminosas mejoran la captura de carbono, enriquecen la materia orgánica del suelo, reducen la necesidad de fertilizantes sintéticos y apoyan prácticas sostenibles como la agroforestería y los cultivos de cobertura, convirtiéndolas en elementos clave para las estrategias de mitigación del cambio climático.