El préstamo participativo se sitúa como una alternativa de financiación viable, sobre todo, para pymes y empresas de nueva creación. La multiplicidad de caracteres que presenta -interés variable, participación del prestamista, amortización anticipada, subordinación o consideración como patrimonio neto- lo configuran como un instrumento atractivo, a la vez que complejo. Merece la pena analizar, por su potencial implicación en la vida societaria, la consideración contable del préstamo como patrimonio neto en los supuestos tasados por el RDL 7/1996 y proceder al debate, aun sucintamente, sobre la posibilidad de realizar una interpretación extensiva a supuestos no recogidos en la norma.