El Tribunal Constitucional enfrenta serios desafíos debido a la acumulación de recursos de amparo, la percepción de politización y la falta de transparencia. Es necesario reformar la Constitución y la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional para transformarlo en una institución independiente y especializada, compuesta por juristas de reconocida competencia sin mandato limitado. En este sentido, ampliar el número de magistrados y mejorar los medios resultan ser factores cruciales para gestionar eficientemente los asuntos. Si no se implementan estas reformas, se debería considerar la eliminación del recurso de amparo, ya que muchos ciudadanos se sienten frustrados como en el relato «Ante la ley» de Kafka, donde el acceso a la justicia parece inalcanzable.