En el artículo se analizan los pasos iniciales -amén de las dificultades añejas a los mismos-, en lo relativo a la creación de las Zonas de Bajas Emisiones en las ciudades españolas. La primera iniciativa lanzada al respecto tuvo lugar en Madrid, siguiendo los cauces previamente abiertos por la normativa europea. Si bien, en una primera instancia, la base legal inicialmente diseñada no permitió llevar a la práctica ese planteamiento, al ser cuestionada ante los tribunales por razones formales, la experiencia ganada en aquel momento sí ha hecho posible el poder afrontar más eficazmente el problema y poner las bases para resolverlo.