La medición de la pobreza en Chile tiene una tradición larga y consistente que ha derivado en políticas públicas orientadas a la reducción de la pobreza. Recientes cifras oficiales muestran que la tasa de pobreza se ha reducido de forma significativa entre 2017 y 2022, debido principalmente al aumento de los subsidios que compensaron la baja de los ingresos monetarios, además de un efecto contable producido por un aumento relevante del alquiler imputado. Esto último ha suscitado críticas metodológicas al cálculo de la línea de pobreza en Chile, fundamentalmente en la estimación y actualización de este componente. Por medio de distintas fuentes de datos (Casen, IPV, EPF), en este artículo evaluamos la metodología para el cálculo de la línea de pobreza. Nuestro argumento es que en esta metodología existe un problema de actualización de la canasta no alimentaria (específicamente en ‘IPC resto’), en tanto ella no incorpora el alquiler imputado. Esto ha derivado en una subestimación significativa de su valor y, con ello, en una subestimación de la pobreza. El artículo concluye que para mantener la consistente tradición chilena de reducción de la pobreza mediante políticas públicas bien focalizadas, es necesario corregir este problema.
The measurement of poverty in Chile has a long and consistent tradition, guiding public policies aimed at its reduction. Recent official figures indicate that the poverty rate has significantly decreased between 2017 and 2022. This reduction is primarily attributed to increased subsidies compensating for the drop in monetary income, alongside an accounting effect stemming from a rise in imputed rent. This has led to methodological criticisms regarding the calculation of the poverty line in Chile, particularly in the estimation and updating of this component. In this article, we evaluate the methodology to calculate the poverty line, utilizing various data sources such as Casen, IPV, EPF. Our argument centers on a flaw in the updating of the non-food basket, specifically in the ‘CPI rest’, which fails to incorporate the imputed rent. This omission has resulted in a significant underestimation of its value, leading to an underestimation of poverty levels. The article concludes that, to uphold Chile’s long-standing tradition of poverty reduction through well-targeted public policies, it is crucial to address this issue.