Francisco Domingo Vázquez Martínez, Jaqueline Jongitud Zamora
En México, por lo menos una tercera parte de la licenciatura de Medicina se cursa en hospitales y centros de salud; la formación de médicos especialistas se realiza totalmente en los hospitales. Lo anterior lleva a que las instituciones de salud consideren a los estudiantes de medicina como fuerza de trabajo médico. Esta dualidad de ser estudiantes y trabajadores crea condiciones muy desfavorables para garantizar tanto su derecho a la educación como el derecho al trabajo. En este contexto se desencadenó el movimiento médico de 1964-1965, mismo que se resolvió reconociendo a los residentes como trabajadores. Sin embargo, en la práctica, este reconocimiento reprodujo las condiciones previas, mismas que se mantienen, 60 años después, mediante la violencia. Lo anterior, de manera desafortunada, también desfavorece la garantía del derecho a la atención médica de los pacientes. Dada la reforma constitucional del 2011 en materia de derechos humanos en México, tanto las instituciones educativas como las de salud están obligadas a propiciar y crear nuevas condiciones para los estudiantes de medicina en las unidades médicas, condiciones que les permita cumplir con sus obligaciones de proteger, respetar y garantizar los derechos humanos de estudiantes, médicos y pacientes en las unidades médicas.
In Mexico, at least a third of the Medicine degree is completed in hospitals and health centers; the training of specialist doctors is carried out entirely in hospitals. The above leads health institutions to consider medical students as a medical workforce. This duality of being students and workers creates very unfavorable conditions to guarantee both their right to education and the right to work. In this context, the medical movement of 1964-1965 was unleashed, which was resolved by recognizing residents as workers. However, in practice, this recognition reproduced the previous conditions, which are maintained, 60 years later, through violence. The above, unfortunately, also undermines the guarantee of patients' right to medical care. Given the 2011 constitutional reform on human rights in Mexico, both educational and health institutions are obliged to promote and create new conditions for medical students in medical units, conditions that allow them to fulfill their obligations regarding protect, respect and guarantee the human rights of students, doctors and patients in medical units.