Granada, España
Canadá
Esta investigación estudia la experiencia de los trabajadores refugiados vulnerables en la industria textil de Estambul. Realizamos una investigación cualitativa basada en 28 entrevistas con mujeres, menores y adultos jóvenes sirios (estos últimos comenzaron a trabajar en esta industria cuando eran menores). Los resultados demuestran que trabajan en los puestos más bajos de las estructuras organizativas, normalmente como recaderos (sobre todo los menores) y acabadores (sobre todo mujeres) en la etapa final de producción. También encontramos que las mujeres prefieren trabajar en pequeños talleres cerca de casa, porque les ofrece más flexibilidad y les permite combinar el trabajo con las tareas del hogar. Sin embargo, los propietarios de estos talleres a menudo explotan su inseguridad y necesidad de mayor flexibilidad, reduciendo drásticamente sus salarios bajo la apariencia de un compromiso. Esta investigación también recalca la importancia de los espacios de encuentro (entre jefe y empleado) fuera de las relaciones de poder, para comprender mejor la experiencia de estos trabajadores. Además, la salud física parece ocupar una posición central en los discursos de las mujeres refugiadas sobre su bienestar subjetivo. Sin embargo, nuestra investigación también manifiesta la necesidad de considerar las reivindicaciones de pertenencia de los menores como un tema urgente para su bienestar subjetivo e integración. Estos menores son conscientes de la dependencia de sus padres, de sus ingresos. Pero también del sentimiento de culpa de sus padres por permitirles trabajar en tales condiciones. Por lo tanto, evitan expresar su sufrimiento diario en el trabajo a sus familias y, en última instancia, se quedan solos frente a las pésimas condiciones laborales.
This research investigates the experience of vulnerable refugee workers in the clothing industry in Istanbul. We conducted qualitative research based on 28 interviews with Syrian women, minors, and youth adults who began working in this industry as minors. The result demonstrates that they work in the lowest position in the organizational structures, usually as errand-boys (especially minors), and finishers (especially women) in the final stage of production. We also found that, Women prefer working in small workshops near home, because it offers them more flexibility and allows them to combine work with home caring duties. However, the owners of these workshops often exploit their insecurity and need for more flexibility by drastically reducing their salaries under the guise of a compromise. This research also demonstrates the significance of spaces of encounters between employer-employee outside of the power relationships to better understand the experience of these workers. Furthermore, it appeared that physical health seems to occupy a central position in the discourses of women refugees about their well-being. However, our research also demonstrates the need to consider minors' claims of belonging as an urgent issue for their subjective wellbeing and integration. These minors are aware of their parents' reliance on their income, but also of their parents' feelings of guilt for allowing them to work in such conditions. Therefore, they avoid expressing or revealing their daily suffering at work to their families and ultimately remain alone while facing dismal working conditions.