Desde que la ciencia permite generar embriones extraúteroy su posterior implantación en madres gestantes, se nos plantea si sigue siendo válido el principio recogido en D. 2.4.5(Paulus 4 ad ed.): “Quia semper certa est, etiam si volgo conceperit: pater vero is est, quem nuptiae demonstrant”observando la certera reflexión del jurista romano, que hizo descansar la determinación de la filiación en un hecho jurídico cierto e inevitable cual es el parto, el principio sigue y seguirá estando vigente, aunque después de acontecido el alumbramiento existan maneras de variar la filiación del nacido, ya presentes también en derecho romano como por ejemplo con la adopción.