Ignacio de Ramon Fors
Hay reformas legislativas difíciles de abordar por su complejidad o por su coste político. Más allá de esas cuestiones controvertidas o técnicamente complejas existen, a juicio del autor, lo que podría denominarse errores legislativos evidentes, cuya corrección no tiene por qué ser complicada. En el presente artículo, se trata de poner de relieve esos defectos evidentes que podrían solucionarse fácilmente. Ninguno de ellos sería difícil de solucionar, ni daría lugar a polémicas que el legislador pueda preferir evitar o relegar frente a otras cuestiones que considere más importantes.