Desde la reforma del recurso de casación, en el año 2015, el delito de hurto ha sido una de las figuras típicas que ha tenido pleno acceso a la casación. Ello ha permitido a la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo elaborar una jurisprudencia novedosa y enriquecedora sobre sus distintas modalidades; entre otras, sobre el delito leve de hurto, el hurto multireincidente o, incluso, el furtum possessionis.