Sergi Nebot
Durante años el "tupper" (en nuestro país españolizado como táper) campaba a sus anchas en cualquier rincón de cualquier casa del planeta. Era, y sigue siendo, el objeto predilecto de hombres, mujeres y niños donde guardar las sobras de comida del día anterior. Pero la marca que lo hizo popular se durmió en los laureles, dejó de invertir pensando que lo tenía todo hecho, y la competencia más fiera (la de China) ha terminado por mandarla a la bancarrota.