En este ensaye se arguye que, entre 1885 y mediados de la década de 1960, el principal efecto del imperio africano sobre la economía portuguesa se derivó de las divisas obtenidas por las reexportacienes de productos coloniales. Las proporciones del producto, de la inversión y de la población metropolitana que se desviaron hacia Áfrics debido al proteccionismo colonial fueron demasiado exiguas para tener un efecto significativo en la economía metropolitana. Como tal, el imperio, en el período mencionado, valió la pena. Sin embargo, en la década previa a la independencia las circunstancias cambiaren. En primer lugar, porque a causa de las guerras las colonias se convirtieron en una carga para el presupuesto metropolitano, y, además, porque debido a los vínculos crecientes entre Portugal y Europa, en términos de comercio y de remesas de emigrantes, el papel de las colonias en la financiación del saldo exterior de la metrópoli disminuyó.