El conocimiento intelectual y técnico constituye, por "acumulación", una torre muy elevada. Es distinto el autoconocimiento y la sabiduría que se adquiere "profundizando" en la sima de si mismo. Las personas maduran no tanto por la adquisición masiva de nuevos conocimientos como por el cambio de actitud y conducta ante lo que ya conocen. Cuanto más alto es el árbol de los conocimientos, más profundas han de ser las raíces de la sabiduría