Durante el mes de julio, la compañía automovilística Ford presentó su nuevo modelo SUV Coupé, el Capri. Envuelto en la polémica por la denominación utilizada —histórica en la compañía para un automóvil de características radicalmente distintas—, el verdadero objeto de controversia ha resultado otro: su notable parecido con otro automóvil de la competencia que ya se encuentra en comercialización, el Polestar 2. Conviene, por tanto, analizar si resulta posible la utilización del diseño del Ford Capri, o podría encontrarse con alguna limitación en su comercialización.