El impacto de las redes sociales ha transformado por completo los medios de comunicación y la manera en que accedemos a la información. En este contexto, los «influencers» ejercen una notable influencia en plataformas como Instagram, TikTok y YouTube. Este fenómeno sociocultural ha superado ampliamente la capacidad de regulación, especialmente en el ámbito audiovisual, impulsando la promulgación del Real Decreto 444/2024, de 30 de abril. Esta legislación busca establecer los criterios para ser considerado un usuario de relevancia especial en los servicios de intercambio de vídeos en plataformas digitales, y será objeto de un análisis crítico en este artículo.