Thomas H. Davenport, Thomas C. Redman
Quizá una de las aplicaciones menos llamativas y más útiles de la inteligencia artificial es la mejora de la gestión de datos en áreas como la clasificación, catalogación, reducción de errores, seguridad e integración de los datos. Una gestión eficaz minimiza problemas como la lentitud en el procesamiento, las predicciones deficientes e incluso la simple inaccesibilidad.