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César García Rincón
Hay una serie de razones hoy en día, tal vez con más fuerza que nunca, que barro de la educación en valores una necesidad prioritaria, no sólo en los espacios de socialización informal a los que debemos el surgimiento de esta línea educativa, sino también en las instancias formales, sobre todo en la familia, la escuela y, como veremos aquí, en los nuevos espacios de participación social creados por las ONGs. El presente trabajo se propone abundar en esas razones o fundamentos. que expresan no sólo los buenos deseos de los adultos para con las jóvenes generaciones, sino también, y lo que es más importante, las propias necesidades e inquietudes de los jóvenes, tal y como lo manifiestan en las últimas encuestas. De esta manera, propongo un nuevo paradigma de la educación en valores formado por el triángulo socializador caso-colegio-ONG, es decir pudres-profes-pobres como mediadores en los procesos de discernimiento e interiorización axiológica del joven, partiendo de la creciente significatividad en cuanto a valores humanos, que conceden los propios jóvenes a estas instancias socializadoras en las investigaciones sociales de la última década.
