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Lusitania Villablanca Cerda
Examinamos la fiscalización del séptimo principio que orienta la actividad de las cooperativas, referido al “interés por la comunidad”, íntimamente relacionado con la noción de “desarrollo sostenible”. Expondremos que dicha fiscalización es necesaria puesto que son los aspectos vinculados con la sostenibilidad los que sirven en gran parte de fundamento para su tratamiento preferencial, por ejemplo, en materias tributarias, subvenciones, preferencias en adjudicaciones de fondos públicos, e incluso, por parte de los consumidores. Demostraremos que nuestra legislación restringe la fiscalización a aspectos administrativos, contables y financieros, planteándose la posibilidad de replicar el tratamiento previsto en los proyectos de ley destinados a consagrar las empresas de beneficio e interés colectivo, que exigen como mínimo un reporte social, cuando no una auditoría social.
We examine the control of the seventh principle that guides the activity of cooperatives, referred to as “interest for the community”, which is closely related to the notion of “sustainable development”. We will show that such an audit is necessary because it is the aspects related to sustainability that to a large extent serve as the basis for their preferential treatment, for example, in tax matters, subsidies, preferential treatment in the allocation of public funds, and even by consumers. We will show that our legislation restricts the audit to administrative, accounting and financial aspects, raising the possibility of replicating the treatment provided for in the laws on the establishment of companies of collective benefit and interest, which require at least a social report, if not a social audit.
