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El G20, un actor fundamental en la gobernanza mundial desde 1999, ha incluido recientemente a la UniónAfricana (UA) como miembro permanente, aumentando su representatividad y legitimidad. Esteacontecimiento histórico presenta tanto oportunidades como retos para África. La incorporación de la UAfomentará la colaboración entre África, otros países en desarrollo y las potencias económicas, impulsandola contribución africana a la gobernanza mundial y brindado la posibilidad de que África comparta yavance en su hoja de ruta transformadora plasmada en su Agenda 2063. Sin embargo, representar a uncontinente diverso con el 18% de la población mundial exigirá una inmensa colaboración y la creación deconsenso dentro de África. Asimismo, la UA podría verse presionada por los miembros del G20 paraalinearse con sus intereses, que no siempre son compatibles con las prioridades de África.
The G20, a pivotal player in global governance since 1999, has recently included the African Union (AU)as a permanent member, enhancing its representativeness and legitimacy. This historic developmentpresents both opportunities and challenges for Africa. The AU’s membership will foster collaborationbetween Africa, other developing countries, and economic powers, advancing Africa’s contribution toglobal governance. At the same time it will be a good opportunity to show the potential for Africa toshare and advance its transformative roadmap captured in its Agenda 2063. However, representing adiverse continent with 18% of the global population will require immense collaboration and consensusbuilding within Africa. Even more, the AU could also face pressure from G20 members to align with theirinterests, which may not always be compatible with Africa’s priorities.
