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Ana Martín Cuadrado
El aprendizaje y la enseñanza son dos conceptos que se definen en el acto didáctico. En este momento, vamos a plantear algunas cuestiones para la reflexión y el debate que se relacionan con un tipo de aprendizaje, el significativo, y unos recursos o medios didácticos muy actuales, los tecnológicos. Partiremos de la definición de algunas palabras-clave que nos serán útiles para favorecer el diálogo y la comunicación entre todos. Un buen maestro debe mostrar a los estudiantes el vocabulario que necesitarán conocer para poder clasificar y almacenar con orden y rigor los conceptos y teorías básicas que sustentarán los aprendizajes más complejos.
Mostraremos cómo la aparición de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (en adelante, TIC) ha entrado en todos los órdenes de nuestra vida, y nos detendremos en el análisis de sus efectos y consecuencias en el ámbito educativo; de esta forma, las TIC unas veces, serán uno de los complementos en el acto didáctico, y otras veces, serán el escenario único.
Disfrutaremos con el recuerdo de las teorías del aprendizaje de grandes pedagogos como Ausubel y Vigotsky, y recordaremos la importancia que tiene el “perder” un tiempo conociendo al estudiante, ofreciéndole herramientas para que se autodiagnostique, participando en la elaboración de ese informe de necesidades, intereses y conocimientos que nos llevarán a programar acciones de enseñanza significativas para el que aprende.
Nuestra idea es que un recurso de cualquier tipo no es válido por sí mismo, va a depender del uso que se le dé, puede ser didáctico, puede ser educativo, puede ser informativo. El rol del profesor en el uso de los recursos es decisivo; de su buen hacer, de su necesario hacer dependerá gran parte de lo que aprenderá el estudiante.
