La derecha política española, ya se trate de absolutistas, moderados, conservadores, centroderecha... (cualquiera que sea la denominación escogida) ha concebido y parece seguir interpretando el Senado -sin reparar en daño constitucional alguno- como un instrumento para su taimada reacción institucional contra toda acción política que les dificulte la apropiación del poder, independientemente de las mayorías sociales y políticas que la respalden. Así es nuestra derecha.