Alberto Bastida Escribano
Este artículo reflexiona sobre el perfil socioeconómico de las personas que han iniciado tratamientos relacionados con la salud mental después de la pandemia del covid-19, centrándose en el caso de las Islas Canarias. A través de una revisión bibliográfica y un análisis estadístico, se cuestiona la medicalización de los problemas sociales. Además, se presenta un modelo que agrupa una serie de factores sociales asociados al desarrollo o diagnóstico de enfermedades mentales. Este enfoque busca ir más allá de la mera prescripción de medicamentos, explorando las conexiones entre los contextos sociales y la salud mental; reivindicando el papel que debe jugar la sociología en el estudio de estas realidades.
This study reflects on the socioeconomic profile of individuals who have initiated treatments related to mental health after the covid-19 pandemic, focusing on the case of the Canary Islands. Through a literature review and case analysis, the medicalization of social problems is questioned. Additionally, a model is presented that groups a series of social factors associated with the development or diagnosis of mental illnesses. This approach aims to go beyond mere medication prescription, exploring the connections between social contexts and mental health, advocating for the role that Sociology should play in the study of these realities.