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Conrado Hernández López, Antolín Sánchez Cuervo
El desarraigo y la morada en lo inhóspito, en al trayectoria de María Zambrano, no sólo comporta soledad y aislamiento, añoranza y pérdida, sino que cobija además una mirada tan privilegiada como aquella que se despliega desde el margen. Exilio también es, entonces, revelación, resto de un presente triunfal y conciencia trágica de una tradición en trance de supervivencia
