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Jesús Maraña
No existen las noticias falsas. Si algo es falso, no es noticia, no puede ni debe serlo. Mejor hablemos de periodismo y veracidad. La obligación de un periodista que respete las mínimas reglas deontológicas es el compromiso de veracidad, de contrastar las distintas versiones de un hecho para acercarse lo más posible a la realidad y contarla honestamente desde su punto de vista, que nunca será completamente objetivo ni neutral. Lo dice cualquier manual de ética periodística, y lo dice también la jurisprudencia del Tribunal Constitucional: lo que se espera de un periodista o un medio de información es que intente comprobar la veracidad de lo que va a publicar, no que sea poseedor y altavoz de la verdad absoluta.
