La transición política y social no hubiera sido posible sin las convicciones democráticas del movimiento obrero de nuestro país. En el momento actual, para CCOO y UGT el diálogo social debe ser el motor de la transformación democrática y las reformas legislativas para impulsar la justicia social y facilitar las transiciones energética y medioambiental, que tienen un fuerte impacto en el tejido productivo y en el empleo con medidas para la democratización y modernización de nuestro modelo laboral.