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Francisco Mesonero
El lento pero seguro envejecimiento de la población lleva a plantear la necesidad de revitalizar el mercado de trabajo, dando entrada a una nueva interpretación del concepto de vida laboral. Después de unos años de prejubilaciones masivas, favorecidas por un sistema de seguridad social benigno, es preciso promover una cultura que valore la experiencia y el saber que nos acompaña con la edad. El progresivo envejecimiento de la población es un hecho que va cumpliendo sus etapas de forma inexorable: La proporción de personas mayores de 65 años ha pasado del 9,7% en el año 1971 al 14,8% en 2001, mientras que la de más de 80 años representaba en 1971 sólo el 0,5%, siendo en el año 2001 alrededor del 5%. En el supuesto, realista a corto y medio plazo, de una recuperación moderada de la fecundidad y un incremento, también moderado, de la esperanza de vida, el grupo de edades de 0-14 años sólo representará el 16,6% en 2011 y el 14,5% en 2025, mientras que las personas de 65 años o más serán el 18% de la población en 2011 y el 21,8% en 2025. En resumen, la ONU prevé que España será en el año 2050 el país más envejecido del mundo.
