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Rocío Cázares Blanco
El duelo de una persona adulta por la muerte de un animal no humano suele ser percibido por quienes la rodean como ridículo, frívolo o patológico. A estas actitudes reprobatorias típicamente subyacen creencias relativas a las limitadas facultades de los animales no humanos y/o los supuestos requerimientos de una vida humana plena. Consideraré varios argumentos en contra de tales creencias y espero que eso desactive algunas de las objeciones que podrían plantearse a la siguiente tesis que quiero defender: El duelo por un animal no humano puede entenderse adecuadamente en términos de la frustración de los deseos categóricos que pierden sentido tras su muerte. Para sostener esta tesis argumentaré que las nociones de vida plena y de identidad práctica son constitutivas de las concepciones tanto de deseo categórico como de duelo.
An adult person’s grief over the death of a non-human animal tends to be perceived by those around him as ridiculous, frivolous or pathological. What typically underlies these disapproving attitudes are beliefs about the limited faculties of non-human animals and/or the supposed requirements for a flourishing human life. I will consider various arguments against such beliefs and I hope that neutralizes some of the objections that could be made to the following thesis which I seek to defend: Grief over a non-human animal can be adequately understood in terms of the frustration of categorical desires that lose their meaning after its death. To support this thesis, I will argue that the notions of a flourishing life and practical identity are constitutive of that of categorical desire as well as that of grief.
