Stadtkreis Stuttgart, Alemania
En la novela futurista de James Bradley sobre la crisis climática, “Clade” (2015), los personajes construidos para evocar la empatía y el apego del lector, personajes de los que esperamos un mayor desarrollo narratológico, son propensos a desapariciones repentinas, inesperadas e inexplicables. De este modo, el desarrollo de los personajes más queridos queda "suspendido" en el plano de la narración. Para los lectores, esto resulta inquietante y desconcertante. Sin embargo, en la ficción climática (cli-fi) como “Clade” encontramos un propósito en tales actos de suspensión narrativa. En los relatos contemporáneos de crisis climática, que proyectan la destrucción del medio ambiente, la pérdida de hábitats y especies, y graves trastornos para las vidas humanas y no humanas, la suspensión en el desarrollo de un personaje es paralela a una sensación de pérdida medioambiental evocada a nivel del contenido del relato. Dicho de otro modo, la repentina desaparición del relato de un personaje en cuanto a la forma es una imitación del repentino exterminio de especies, ecosistemas y experiencias vividas en el mundo narrativo de “Clade”. A esta innovación narratológica la llamamos suspensión narrativa. En este ensayo definimos y describimos con cierta profundidad la aparición y función de la suspensión narrativa en “Clade”, así como su aparición en otras dos novelas sobre crisis climáticas, “The End We Start From” (2017), de Megan Hunter, y “The New Wilderness” (2020), de Diane Cook. Aunque las investigaciones sobre la forma narrativa en los cuentos del Antropoceno no son nuevas, los estudios literarios ecocríticos siguen centrándose en gran medida en el contenido a nivel del relato. Este examen del modo en que las suspensiones en el discurso narrativo son paralelas a las rupturas medioambientales con respecto al contenido, en una selección de cli-fi, pretende contribuir al campo emergente de la "eco-narratología" (James), que se ocupa del estudio del funcionamiento tanto de la forma como del contenido en las narraciones ecocríticas.
In James Bradley’s futuristic novel of climate crises, “Clade” (2015), characters constructed to evoke empathy and readerly attachment, and whom we expect to be further developed narratologically, are prone to sudden, unexpected and unexplained disappearances. The development of cared-for characters is thus ‘arrested’ at the level of narration. For readers, this is disarming and disconcerting. However, we find purpose in such acts of narratorial breakage in cli-fi texts like “Clade”. In contemporary stories of climate crises, which project environmental destruction, the loss of habitats and species, and severe disruption to human and nonhuman lives, the arrestation of a character’s development parallels a sense of environmental loss evoked at the level of storied content. Put another way, the sudden disappearance of character-story at the level of form imitates the sudden erasure of species, ecosystems and lived experience in the storyworld of “Clade”. We call such narratological innovation arrested narrative. In this essay we define and describe the appearance and function of arrested narrative in “Clade”, in some depth, as well as its emergence in two other novels of climate crises, Megan Hunter’s “The End We Start From” (2017) and Diane Cook’s “The New Wilderness” (2020). While investigations into narrative form in stories of the Anthropocene are not new, ecocritical literary scholarship remains largely focussed on story-level content. This examination of the way “arrests in narrative” discourse parallel environmental ruptures at the level of content, in selected cli-fi, is aimed at contributing to the emerging field of “econarratology” (James), concerned with the study of the workings of both form and content in ecofiction.